En su 2a. etapa, provisional, publican y difunden
NTC … Nos Topamos Con …
http://ntcblog.blogspot.com , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia
VIENE DE:
16 de diciembre de 2014
"María" y "El alférez real"
Adaptaciones de Julio César Londoño
Libros completos en internet
subidos por NTC ...
Diciembre 25, 2014
.
Libro completo
en cuatro formatos
En Google Drive, próximamente
.
.
.
Libro completo
en cuatro formatos
En Google Drive, próximamente
+++
.
LOS PDF de CADA LIBRO
SE TOMARON DE:
http://bit.ly/1zYEBIJ
“Esta idea del alcalde, Rodrigo Guerrero Velasco, es presentar a las nuevas generaciones, dos textos actualizados en Pdf; para que en tres o cuatro horas en promedio; puedan leer estos clásicos de nuestra literatura, en un español ajustado al mundo de hoy”, indicó Londoño; quien aclaró que la edición llega a un 40 % de modificaciones, abreviando el relato, retirando repeticiones y agregando ganchos de tensión, generando mayor expectativa entre los lectores.
Agregó que adelantar una actualización del lenguaje de la obra María de Jorge Isaac’s, fue un reto profesional bastante grande, ya que esta fue escrita a mediados del siglo XIX, en una prosa delicada y purista, que le llevaron a ser catalogada, como la mejor obra romántica de este periodo en América Latina.
Entre tanto sobre ‘El Alférez Real’, de Eustaquio Palacios, manifestó que es un texto en un lenguaje más sencillo y menos elaborado, que reúne algunas características propias de la crónica, con elementos históricos que permiten conocer aspectos de la sociedad caleña de ese entonces.
Información: 885 88 52 ext. 102 , 312 829 50 20
Información
asociada (PDFs)
2.
Anexo MARIA
‘El Alférez Real’ y ‘La María’,
dos obras cumbres de la literatura colombiana y vallecaucana de los siglos
XVIII y XIX, hoy pueden ser leídas por los niños y jóvenes en un lenguaje más
contemporáneo, tras la adaptación realizada por el escritor Julio Cesar
Londoño, según encargo de la Secretaría de Cultura y Turismo de Cali.
“Esta idea del alcalde, Rodrigo Guerrero Velasco, es presentar a las nuevas generaciones, dos textos actualizados en Pdf; para que en tres o cuatro horas en promedio; puedan leer estos clásicos de nuestra literatura, en un español ajustado al mundo de hoy”, indicó Londoño; quien aclaró que la edición llega a un 40 % de modificaciones, abreviando el relato, retirando repeticiones y agregando ganchos de tensión, generando mayor expectativa entre los lectores.
Agregó que adelantar una actualización del lenguaje de la obra María de Jorge Isaac’s, fue un reto profesional bastante grande, ya que esta fue escrita a mediados del siglo XIX, en una prosa delicada y purista, que le llevaron a ser catalogada, como la mejor obra romántica de este periodo en América Latina.
Entre tanto sobre ‘El Alférez Real’, de Eustaquio Palacios, manifestó que es un texto en un lenguaje más sencillo y menos elaborado, que reúne algunas características propias de la crónica, con elementos históricos que permiten conocer aspectos de la sociedad caleña de ese entonces.
Información: 885 88 52 ext. 102 , 312 829 50 20
Fecha de publicación:
25/12/2014
----
En el FACEBOOK de LA SCTdeC:
-----
.
DEBATE. CONTINUACIÓN
APORTES y MENSAJES
VIENE DE:
16 de diciembre de 2014
.
De: Yves MONINO ymonino@orange.fr
Fecha: París, 27 de diciembre de 2014, 5:49
Asunto: Texto sobre las adaptaciones
Para: NTC ntcgra@gmail.com,
Rodrigo Escobar-Holguín . Cc: Fabio Martínez
Queridos Gabriel, Rodrigo y Fabio,
¡por fin llegaron las adaptaciones de María y
del Alférez! Mil gracias por compartirlas. Las bajé y la lectura de
María (Adap.) me confirma mis
primeras impresiones. La adaptación me parece excelente.
Como lo prometí a Gabriel y Rodrigo en mi
correo del 18 de diciembre*, les comparto un comentario más argumentado que mis
breves notas anteriores. Verán que incluí un extracto del Quijote de
1605 en caracteres de la época, con una divina fuente que encontré en la red,
llamada "1550". Si NTC … la necesita para pasar mi texto al blog, la
adjunto con las instrucciones de uso (en qué teclas se encuentran las letras y
grupos de letras ahora en desuso). En todo caso les mando mi texto completo en
dos formatos, doc (lo presentamos más adelante) y pdf. https://drive.google.com/file/d/0B-ABjQmYGMXbd0MyZDkyRFI3OWc/view
Con un gran abrazo a todos, Yves
* PD. Por si las moscas (adaptadas y modernizadas), les copio mi e-mail del 18:
Pues
sí, amigos, estoy en París pero tengo don de ubicuidad, gracias a los videos de
María Isabel Casas difundidos por esta maravilla de NTC … : pude asistir al
lanzamiento por JCL y Alberto Rodríguez, donde escuché con atención sus
argumentos y los extractos que se leyeron comparándolos con el original
de María. Lo que me permitió, sin conocer la totalidad de los
libros "intervenidos", ejercer el nuevo género de la precrítica,
totalmente favorable en mi caso a las intervenciones sobre obras clásicas. Me entristece
el fetichismo que la mayoría de los contradictores oponen a algo que se ha
hecho desde que la escritura existe, o sea desde los tiempos de Ur y de
Gilgamesh. Y me alegra que Rodrigo evoque Las Meninas de
Picasso, que lejos de anular las de Velázquez, les dió una segunda juventud.
Estoy preparando un argumentario más profundizado que estas breves notas y las
que ya mandé anteriormente; se las envío dentro de unos días.
Un
gran abrazo a todos, a los intervencionistas y a los fetichistas, y otro
gigante a Gabriel y María Isabel gracias a quienes surgió este interesante
debate,
Yves
-
-
De obras originales y modernizadas:
entre fetichismo y respeto al autor
entre fetichismo y respeto al autor
¿Creen leer el Quijote en una fiel reproducción del
original, por ejemplo en esta edición erudita de 1947? Pues en rojo, las
diferencias con la primera edición de 1605:
Don Quijote, edición del IV
Centenario, Madrid, Ediciones Castilla, 1947.
EN un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza
en astillero, adarga antigua, rocín flaco y
galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches,
duelos y quebrantos los sábados,
lentejas
los viernes y algún palomino de
añadidura los domingos, consumian
las tres partes de su hacienda.
El resto della concluían,
sayo de velarte, calzas
de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo…
¡Mutilado, Cervantes! ¡Qué irrespeto con el autor muerto
que no se puede defender! Modernizaron la ortografía: trueque de bellas efes por eses fofas, de la divina
ç por necias zetas y de zetas gloriosas por ces aburridas, de úes por uves y vice versa, de ã por el inodoro an; y añadido
de tildes sin gracia a vocales que no los pedían. Sobre todo, se atrevieron los
modernizadores a cambiar el ritmo y palabras cervantinos, remplazando dos
puntos por coma y coma por ‘y’, sirviendo lentejas donde había lantejas y desacralizando
los días de la semana quitándoles las mayúsculas. ¡Vandalismo! ¡Saqueo!
¡Violación! ¡Espanto! ¡Desolación! ¡Acto de desprecio al lector considerado
como un tonto! ¡Negación del misterio divino que uno experimenta leyendo
palabras y letras extrañas y por eso llenas de esa poesía que te lleva directo
al éxtasis religioso!
Queridos contradictores de
JCL y de Pérez Reverte, entiendo sus quejas de letrados y académicos frente a
la vulgarización de obras clásicas. Yo también soy un académico letrado formado
en la vieja Sorbona y dediqué mi vida al estudio de lenguas de África y del
palenquero de Colombia, lo que no me impide amar las obras literarias originales
y las viejas ediciones. Crecí en un ambiente familiar privilegiado: mi madre francesa
era librera y me pasaba los días de descanso escolar en un rincón de su
librería leyendo todo lo que me caía ante los ojos. A los nueve años, después
de una operación de un ojo fijo, pasé quince días en el hospital con los ojos
vendados y mi tía española, quien difundía en la España franquista libros prohibidos
por la dictadura, me leyó el Quijote
en esta misma edición de 1947 que acabo de mencionar: como William Ospina con La Odisea, guardo de ello un recuerdo
encantado (aunque a diferencia de él, preguntaba a mi tía qué significaban las
palabras que no entendía). Queridos contradictores, hablan como si todos los
hombres y las mujeres del mundo fuéramos ese Hombre ideal de la Declaración de
1789 que Marx reducía con razón al hombre burgués. No nacemos iguales en este
mundo: ustedes, Londoño y yo vinimos con algo de capital cultural, como dice el
sociólogo Pierre Bourdieu, distinto al capital económico y al capital social
(la red de relaciones de los padres). Poca gente tiene la suerte de compartir
un gran capital cultural y la escuela está muy lejos de compensar las
desigualdades familiares al respecto.
Como no sé cuantos lectores
hay en Colombia, me referiré a los de Francia a partir de los datos proporcionados
por el INSEE, nuestro Instituto nacional de estadísticas (Ver anexo al final). Y no vayan a imaginar
que el pueblo francés es más culto que el colombiano, eso no es nada cierto.
En 1981, 42 % de los franceses de más de 16
años leían más de cinco libros al año, en el 2012 ya no eran sino 31 %. Los
lectores medianos (de 6 a 24 libros) pasaron de 28% a 25%. Los grandes lectores
(más de 2 libros al mes) son estables: 6% del conjunto en el período
considerado.
La categoría
socioprofesional, el nivel de instrucción, la generación y el sexo influyen en
el perfil de los lectores. En 2012, los que no leen ningún libro en el año (43%
de los franceses) pertenecen a las clases modestas (48 % de los
obreros y 44% de los campesinos son no lectores) y no tienen
diplomas (54 % de los no diplomados no leen libros). Al contrario, los grandes
lectores están sobre- representados en las clases acomodadas (20%) y en los diplomados de la enseñanza superior (17 %).
En cuanto al sexo, los hombres leen muchísimo menos que las mujeres: son 55% en no leer libros, frente a 33% de mujeres. Unos podría pensar que las amas de casa leen más, pero la diferencia no está ligada al hecho de que las mujer trabaje o no al exterior, pues el porcentaje de mujeres no lectoras es el mismo en los dos casos. Por fin, los jóvenes de 16 a 24 años leen más libros en el año que el conjunto de los franceses, lo que se explica por la obligatoriedad de lecturas de obras clásicas en el ámbito escolar: los jóvenes que leen entre uno y 11 libros son más que el promedio nacional, pero los lectores de un libro y más por mes es inferior a este promedio.
En cuanto al sexo, los hombres leen muchísimo menos que las mujeres: son 55% en no leer libros, frente a 33% de mujeres. Unos podría pensar que las amas de casa leen más, pero la diferencia no está ligada al hecho de que las mujer trabaje o no al exterior, pues el porcentaje de mujeres no lectoras es el mismo en los dos casos. Por fin, los jóvenes de 16 a 24 años leen más libros en el año que el conjunto de los franceses, lo que se explica por la obligatoriedad de lecturas de obras clásicas en el ámbito escolar: los jóvenes que leen entre uno y 11 libros son más que el promedio nacional, pero los lectores de un libro y más por mes es inferior a este promedio.
Tres encuestas
profundizadas realizadas en 1993, 2006 y 2008 sobre las prácticas de lectura de
los adolescentes completan este cuadro. Frente a las dos actividades emblemáticas
de los jóvenes, el internet y la escucha de música, la lectura y la televisión
(connotada como práctica infantil) han perdido mucho terreno en este período de
quince años y no cabe duda de que las próximas encuestas mostrarán una
aceleración de estas tendencias, con la generalización de los celulares
inteligentes, tabletas y otros i-phones. La lectura de libros, de tebeos y
comics y de revistas se desmoronan progresivamente: 33% de los adolescentes
declaraban leer un texto durante el fin de semana, 30% en 2006, 14% en 2008. Tenían
que citar el último libro leído; dominaban en 1993 obras clásicas o novelas bien
escritas para adolescentes: Germinal de Zola, Diez negritos de Agatha Christie, La gloria de mi padre de Marcel Pagnol,
El Gran Meaulnes
de Alain-Fournier, El Horla de Maupassant, Una bolsa de canicas de Joffo, Colmillo Blanco de
Jack London. El mismo año, los jóvenes de 17 años premiaban en este orden Cándido de Voltaire, El extranjero de Camus, Germinal, Rojo y Negro, La peste, Madame Bovary
y Las flores del
mal. El contraste es impactante con 2008, que
premia sobre todo series de heroic fantasy, en este orden: Harry Potter, Da Vinci Code, « la literatura
clásica » citada como tal, Eragon
de Paolini, Gossip
girl (Chica indiscreta), El perfume de Süskind, El extranjero, que sobrenada con valientía, Ensemble, c’est tout de Anna Gavalda,
adaptado al cine en 2004, Eclipse de Stephenie Meyer (tercer tomo de una saga), Les chevaliers d’Émeraude
(otra saga de Anne Robillard), Mary Higgins Clark (autora de novelas de
misterio). Entusiasmo por la heroic fantasy,
literatura clásica citada como género global donde los títulos no valen, son
las características de estos nuevos lectores. Los libros ya no son los de la herencia
patrimonial, bien sea por un debilitamiento de los clásicos demasiado ligados a
las obligaciones escolares, bien sea por debilitamiento de la presión simbólica
que conducía, frente a un cuestionario, a citarlos, aun cuando la consigna estipulaba
de no hacerlo si el libro había sido leído en el marco escolar. Los dos fenómenos
se combinan sin duda: la ideología dominante es la religión de la eficacia tecnocrática,
donde la literatura no sirve para nada. La evolución de los gobernantes, tanto
en Colombia como en Francia, también es impactante: De Gaulle, Pompidou y
Mitterrand eran cultos, escribían con estilo, Chirac bastante menos, Sarkozy se
vanagloria de su incultura y Hollande, el “presidente normal”, afecta ser menos
intelectual de lo que es, que no es mucho.
Las cifras de ventas de
libros son también elocuentes y confirman las declaraciones registradas por los
cuestionarios sociológicos. Por ejemplo, el tiraje promedio de un libro era en
1998 de 8403 ejemplares por título, 8151 en 2006, 7937 en 2010, 7630 en 2011 y
7282 en 2012. http://www.culturecommunication.gouv.fr/Politiques-ministerielles/Livre-et-Lecture/Documentation/Chiffres-et-statistiques).
Si seguimos así ( 1 ), las obras de la
literatura clásica en su jugo original, desde Homero hasta Tolstoi e Isaacs,
pronto serán relegadas a un 5% de aficionados extravagantes, a unos pocos
universitarios tan especializados como los conocedores del latín o del griego antiguo,
en el mejor de los casos a una materia escolar aguantada con tanto respeto como
aburrimiento por legiones de adolescentes geek de clase media o modesta. Si
queremos contraarrestar esa tendencias mundiales, la vulgarización es una de
las soluciones de considerar, con otra reacción que la de una señorita de 1850 indignada
por una palabra gorda. No hay Lector Universal, hay lectores y muchos más no
lectores. Si 10% de los adolescentes que no leen entran en una María modernizada que acerca el romanticismo
del xix a sus sentires del xxi, puede ser que les dé el gusto de los
clásicos y que dejen de considerarlos como una tarea aburrida sino como un eco
interior que amplía y enriquece sus vivencias. No lo sé, la experiencia no ha
empezado, pero lo que sí sé es que si no intentamos algo, esos adolescentes
nunca leerán nada. Y no por ser tontos, que no lo son, sino inhibidos por el
prestigio de clase que la vieja burguesía otorga a su cultura clásica, o ahora
deshinibidos por el desprecio de la misma por parte de la nueva burguesía
tecnócrata. Combatir la desigualdad de capital cultural entre nosotros no se
hará invocando el respeto al autor muerto ni gritando al asesinato. Las obras
originales no son anuladas por las modernizaciones, ahí siguen a disposición
del cualquier lector. No son anuladas, como tampoco, lo señala con razón Rodrigo
Escobar Holguín, “la Meninas” de Velázquez lo son por las de Picasso.
( 1 ) Mi amigo Fabio Martínez cita a Zuleta, para quien la lectura es un elogio de la
dificultad, lo que me parece un tanto elitista. Según Zuleta, en el mundo de la
ciencia, el arte y la literatura “no hay lecturas fáciles, sino lectores
fáciles”. Querido Fabio, te confieso que para entender algo a la mecánica
cuántica, no he leído a Schrödinger ni los escritos teóricos de Einstein, sino
a los vulgarizadores Ortoli y Pharabold (El
cántico de la cuántica). Para comprender algo de matemáticas, no recurrí a
los escritos abstrusos para mí de Gödel ni del genial colectivo Bourbaki, sino
a los libros muy divertidos del matemático Raymond Smullyan, quien me hizo
entender el enfoque matemático, lo que once años de problemas escolares infligidos
como recetas de cocina no habían logrado. En ciencias duras, prefiero ser un
lector fácil a un no lector.
----
Ligerezas
Irreflexiones. Por Oscar Lopez
Pulecio
El País, Cali, Opinión. Enero 3,
2015, http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/oscar-lopez-pulecio/ligerezas
Con el patrocinio de la Academia Española de la Lengua, nada
menos, el escritor Arturo Pérez-Reverte acaba de presentar en Madrid su versión
aligerada de Don Quijote de la Mancha, originalmente publicado en 1605. La
buena intención de esa iniciativa es llegar con la historia del Ingenioso
Hidalgo a un público juvenil, para el cual la prosa cervantina es incomprensible
y las múltiples historias que se entrelazan en las dos partes del famoso y
extenso mamotreto, un laberinto. O sea, un crimen de lesa majestad literaria
que se comete, como tantos otros, a nombre de la pedagogía. Lo que buscó
Pérez-Reverte fue “aligerar el texto sin alterar su esencia”. Librarlo de polvo
y paja, como si no fuera precisamente eso en su integridad: una historia
fantástica y desordenada producto de la inventiva de un creador literario de
primer orden.
Con Don Quijote se han tejido toda clase de teorías sobre su
naturaleza, su significación histórica, su representación icónica de lo
español, su carácter universal, su permanencia en el tiempo, la historia
trágica de su autor. En fin, es uno de los libros que más libros ha producido sobre
sí mismo, sin contar con versiones infantiles, juveniles, explicativas,
películas, dibujos animados, tiras cómicas, hechas en aras de popularizar la
saga y sobre todo, de ponerla fuera del patrimonio de los académicos y cerca al
gran público. Todo ello santo y bueno, pues puede inducir quizás la curiosidad
del lector para saborear en sus palabras originales, con sus aventuras
originales, la gran obra maestra, ininteligible, enrevesada, tortuosa, pero
fresca y divertida como hace cuatrocientos años. Pero Don Quijote escrito por
Pérez-Reverte, no es Don Quijote.
Y entre
nosotros, con el patrocinio de la Secretaría de Cultura de Cali, las
mismas buenas intenciones (que como se sabe pavimentan el camino del infierno)
y exactamente los mismos propósitos pedagógicos, Julio César Londoño, acaba de hacer lo propio con María de Jorge Isaacs,
publicado en 1867. María ha sido también fuente de numerosos estudios
académicos y debates que van desde la existencia real del personaje, hasta la
glorificación del paternalismo esclavista en el aislamiento de El Paraíso del
contexto de guerras civiles de la época; existen sobre el libro versiones
digitales, impresas, completas, simplificadas, resúmenes, películas e
historietas. No es un libro extenso, su esencia romántica se expresa tanto en
la historia de Efraín y María como en la prosa; sus 55 capítulos son muy
breves, es fácil de leer puesto que la manera de escribir y la ortografía
española no han cambiado mucho en siglo y medio, y aun la versión original
viene con un anexo para explicar los giros idiomáticos vallecaucanos. Entonces,
¿para qué aligerarla?
El tío Baltasar, admirador de la prosa de Londoño, que no es
ligera sino erudita sin mayores concesiones al lector, piensa que la polémica
desatada alrededor de sus textos, que aún no se conocen, no es tanto porque
Londoño haya hecho ese trabajo pedagógico, que incluye al Alférez Real de Eustaquio Palacios, sino que haya incurrido en la
ligereza, un poquito imperdonable, de decir que les ha enmendado la plana a
Isaacs y a Palacios, mejorando (¿modernizando?) su estilo, “aligerando el texto
sin alterar su esencia” como hizo Pérez-Reverte con Don Quijote. Sólo que
María, escrita por Julio César Londoño, no es María.
-----
En su 2a. etapa, provisional, publican y difunden
NTC … Nos Topamos Con …
http://ntcblog.blogspot.com , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario